El cerro Carlos Condell es un cerro-isla que existe desde la prehistoria, con rocas volcano-sedimentarias de origen geotectónico.
Está situado a 300 metros sobre el nivel del mar, abarcando una superficie de 45,6 hás.
Los nombres del Cerro Condell: de la prehistoria al s.XXI
Ha recibido distintos nombres a través del tiempo. Durante los períodos históricos de Conquista, Colonia e incluso hasta el segundo tercio del siglo XIX, primero se denominó Cerrillo de Curicó y después Cerro de Buena Vista.
Recién en el último tercio del siglo XIX se le nombró Cerro Carlos Condell, en honor al héroe chileno del Combate de Punta Gruesa en la Guerra del Pacífico.
El “Cementerio de los apestados”.
En el año de 1873 se abrieron las cuatro cañadas de la ciudad con nuevas calles, y se mejoró la infraestructura pública. En esa época se buscaba erradicar a los pobres del casco histórico de Curicó. Para esto se los trasladó a las faldas del Cerro de Buena Vista. El municipio arrendó terrenos para construir ranchos de barro y quincha con techos de paja, que en algunos casos se
convirtieron en lugares de expendio de bebidas alcohólicas, chinganas y lugar de juegos populares.
En el año 1881 las autoridades decidieron construir un Lazareto en la falda sur-oriente del Cerro para atender a los enfermos de viruela y tuberculosis. Los que morían eran enterrados en el denominado como “Cementerio de los apestados” ubicado en el mismo cerro.
Distintas poblaciones.
La población pobre que vivía en el cerro consumía agua del Canal La Cañada, que entraba a la ciudad por el borde Este y Sur del cerro, para luego entrar por la Alameda Manso de Velasco. Traía regularmente agua limpia del río Teno, y a su paso por el cerro recibía los restos de aguas servidas y derrames que generaban el Lazareto y el Cementerio de apestados.
Entrando el siglo XX las viviendas comenzaron a rodear el camino al Romeral actual avenida Cerro Condell, siempre en calidad de arrendatarios del municipio y algunos con títulos de propiedad, que solo fueron regularizados en 1959. A fines de los ´80 y años ´90 del siglo XX, las personas fueron erradicadas de la falda norte del cerro y trasladadas hacia el sector poniente de la ciudad, lo que hoy corresponde a las poblaciones Dragones, Prosperidad y Los Aromos.
Un ecosistema único
En la misma ladera sur-oriente del Cerro Condell existe un humedal con un valor ecosistémico por las especies de insectos, flora y fauna que posee. Este tipo de biodiversidad ha sido ignorada y desprotegida hasta el presente.
Muchas personas por no haber sido informadas, pasan en motocicletas y en bicicletas por este sector, arrasando con la cubierta vegetal, erosionando el suelo. Junto a esto, otras personas botan distintos tipos de basura contaminando el lugar.
Por esto y muchas otras razones es necesario proteger el humedal y el sector del lazareto del Cerro Condell, rescatando así su valor patrimonial histórico y natural para las presentes y futuras generaciones.
Gracias a Maule Films, socio de Descubre Curicó, por la fotografía de inicio
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